El nombre asusta un poco, es cierto, pero no por ello tenemos que pensar que no existe, ya que es una patología que puede afectarnos a todos, especialmente tras tantos días en casa. Como decía hace poco en una entrevista la Dra. Beatriz Pombo, médica internista: “La falta de ejercicio físico y una alimentación inadecuada o excesiva durante el confinamiento, serán los detonantes de un aumento de casos de trombosis venosas a corto plazo”
Conviene saber que la trombosis es un coágulo de sangre que se produce dentro de una arteria o de una vena profunda, y que puede deberse a varias causas: que el flujo sanguíneo se ralentiza por falta de movilidad, que se producen cambios en las paredes venosas o que existe una mayor predisposición a la coagulación.
Alrededor del 90% de los casos de trombosis venosas profundas se originan en las extremidades inferiores y tienen como síntomas principales el dolor en la pierna afectada –que se acentúa al caminar o ponerse de pie-, la hinchazón–que puede mostrar también enrojecimiento- y un aumento de la temperatura de la piel de la zona afectada.
Y aunque en ocasiones no hay dolor, la hinchazón es leve o los síntomas se pueden parecen a los de un golpe, los especialistas en patologías vasculares aconsejan visitar al médico ante la mínima sospecha, ya que si no se trata, puede tener consecuencias de cierta gravedad.
El diagnóstico se confirma mediante una sencilla ecografía de las venas de las piernas (llamada eco-doppler) que es una rápida y no dolorosa.
En su entrevista, la Dra. Pombo recordaba que “lo ideal es corregir los factores de riesgo. Se pueden modificar con buenos hábitos de vida saludable … y favorecer el drenaje venoso: caminar por la vivienda, hacer tablas de estiramientos, bailar, tomar al menos un litro de agua diaria, evitar prendas de vestir ajustadas y, en algunos casos, utilizar medias de compresión que ayuden al retorno venoso”.
Si quieres profundizar sobre el tema, no te pierdas el video con la entrevista completa.