El embarazo es un momento mágico en el que tu cuerpo cambia y se adapta a medida que avanza la gestación, estos cambios también afectan a la circulación de las piernas. Más de un 30% de las mujeres embarazadas llegarán a tener problemas de circulación durante el primer embarazo y el riesgo aumenta al 40% en la segunda gestación.
¿Qué sucede en nuestro cuerpo?
Tu abdomen crece a medida que tu bebé se va formando, aunque es un crecimiento paulatino, repercute directamente en la circulación de la sangre. El aumento del tamaño del útero hace presión sobre las venas y esto dificulta la circulación de la sangre. Además los cambios hormonales de tu cuerpo durante todo el embarazo hacen que se debiliten las paredes de las venas y por ello pueden aparecer varices.
¿Cómo lo puedo evitar?
Existe una predisposición genética a padecer problemas de circulación y varices, aun así unos buenos hábitos de alimentación y salud te ayudarán a evitarlos o al menos a que no se aceleren. El embarazo es un momento ideal para tomar consciencia de tu cuerpo y cuidarte al máximo.
- Realizar actividad física frecuente y adecuada a tu condición: caminar, nadar, hacer ejercicio suave.
- Evita un aumento excesivo de peso. Los expertos recomiendan aumentar unos 500 gramos al mes, no más de 11-12 kilos a lo largo del embarazo.
- No usar prendas ajustadas o tacones.
- Si tienes sensación de pesadez al final del día duerme con un cojín bajo del colchón en la zona de los pies.
- Tener fuentes de calor directas a las piernas que dificultan el retorno de la circulación.
- Evita estar mucho rato de pie o sentada y con las piernas cruzadas.
- Utiliza prendas de compresión para el embarazo desde primera hora de la mañana.