La pesadez en las piernas, que puede ir acompañada de dolor, hinchazón o de varices, es un problema común de circulación que se calcula que puede afectar hasta el 10% del total de la población adulta.
Sin embargo, aunque se trata de una molestia que se puede repetir casi a diario y que se debe tratar para que no vaya a peor, hay mucha gente que la sufre y no le pone ningún remedio.
La inactividad, el sedentarismo y las largas horas de la jornada laboral que pasamos o de pie o sin cambiar de postura en la silla son grandes enemigos de la circulación de las piernas. Personas que trabajan frente al ordenador, en tiendas, en peluquerías o viajando largos trayectos deberían tener en cuenta el riesgo que corren y tomar medidas; no sólo para aliviar sus molestias, sino también para evitar problemas futuros.
Debemos tener en cuenta que las piernas, debido a la gravedad, tienen más trabajo que otras partes del cuerpo para devolver la sangre al corazón. Pero para entender este concepto, lo mejor es hacer un repaso que nos ayude a tener claras algunas cosas relacionadas con la circulación:
- Que la sangre cuando llega a las piernas tiene que volver a subir hasta el corazón.
- Que en las venas existen unas válvulas que impiden que la sangre que está subiendo retroceda. Para explicarlo gráficamente, actúan como compuertas anti retorno.
- Que las piernas necesitan moverse porque, al hacerlo, la contracción que se produce en la musculatura de las pantorrillas contribuye a bombear la sangre.
- Que si no nos movemos o si estamos muchas horas de pie, a la sangre le cuesta más subir, y tiende a estancarse y a dilatar las venas.
- Que existen factores como la edad, el sobrepeso y la genética que contribuyen a que las paredes de las venas se debiliten facilitando también que la sangre se acumule.
- Y por último, hay que tener claro que si el problema no se controla a tiempo, puede ir empeorando y, en el peor de los casos, acabar en coágulos o hemorragias en las varices.
Teniendo claro el funcionamiento de la circulación en las piernas, es mucho más fácil entender por qué es interesante tomar algunas medidas como las que explicamos a continuación.
-Procurar hacer pausas en el trabajo que nos permitan caminar y mover las piernas.
-Evitar el sedentarismo. Nada mejor que el ejercicio para estimular la circulación
-Utilizar calcetines o medias de compresión, aunque sólo sea durante las horas de trabajo. La evidencia confirma que es un hábito excelente para aliviar las molestias de piernas cansadas.
-Siempre que se pueda, tomar duchas frías desde los pies hasta la zona superior de las piernas y utilizar después una crema específica masajeando las piernas mientras se aplica.
¡Ponlo en práctica durante unos días…y verás! Estamos seguros de que pronto notarás mejoría.