No hay nada mejor que llegar a casa después de un largo día de trabajo, o incluso una buena fiesta y…¡descalzarse! Es, posiblemente, uno de los mayores placeres de la vida (¡y gratis!). Pasar largas jornadas de pie, andando o incluso sentado en la misma postura, provocan hinchazón y carga en las piernas. Aunque esto no deja de ser un concepto que relacionamos directamente con la práctica del deporte.
En el primer de los casos, todo sería mucho más sencillo si utilizases medias de compresión en cualquiera de sus líneas (preventiva, normal o fuerte). No obstante, si sufres una sobrecarga de los gemelos mientras haces deporte, o incluso mientras duermes, solo queda esperar a que “la bola baje” para sentir alivio. Aprende a darte masajes para descargar tus piernas y evita pasar momentos incómodos y dolorosos.
Masaje de descarga
Aunque lo ideal es acudir a un especialista – fisioterapia o masajista -, sobre todo si practicas deporte, esta técnica te ayudará a aliviar tus piernas en tu día a día. Y no es ningún elemento adicional: simplemente un lugar tranquilo en el que te puedas sentar, un par de minutos libres y tus manos. ¡Atento!
- Dedos. En primer lugar, estira los dedos de los pies. Agárrate cada uno de ellos y dóblalos hacia ti. Mantén esta flexión durante unos segundos (10-12”) y vuelve a repetir este movimiento un par de veces más (4-5 repeticiones).
- Tobillo. Ahora, coloca tus pulgares alrededor del tendón de Aquiles (que es la zona estrecha que une los gemelos con el talón -hueso calcáneo-) y haz presión con los otros cuatro dedos sobre el empeine durante 8-10 segundos. Repite unas cuatro o cinco veces más. Aprovecha esta postura para aplicar ahora la fuerza en el tendón de Aquiles con los pulgares. Mismas repeticiones, misma duración.
- Gemelos. Comenzamos a subir, manteniendo la posición de las manos, y presionamos con los pulgares por toda la zona media de los gemelos. Nos repararemos en el surco que divide el gemelo interno del externo, tratando de llegar a la zona profunda donde se encuentra el sóleo. Comienza a hacer movimientos de abajo hacia arriba, y repítelo 5-6 veces más, manteniendo unos 10-12 segundos.
- Espinillas. Nos centramos ahora en la parte delantera de las piernas – parte blanda de las espinillas donde se encuentran los músculos tibiales – y aprovechando la posición de nuestras manos, presionamos con los cuatro dedos a lo largo de toda la tibia durante 8-10 segundos, unas tres o cuatro veces.
- Cuádriceps. Pasamos a la descarga de los muslos y para que este movimiento se realice adecuadamente es importante que el pie esté plantado. Agarramos la pierna con ambas manos por el muslo con los pulgares juntos hacia arriba ejerciendo presión y el resto de dedos hacia abajo. Presiona durante siete u ocho segundos, y repítelo hasta 6 veces.
- Isquiotibial. Seguimos con el pie apoyado, y ahora nos centramos en la zona de atrás del muslo, donde se encuentra la musculatura isquiotibial. Manteniendo la posición de las manos, el resto de dedos (en paralelo al suelo), hacen presión sobre los isquiotibiales durante cinco o seis segundos. Repítelo a lo largo de toda la zona, durante 5-6 veces, desde debajo de la rodilla hasta la zona de inserción en el glúteo.
- Muslo. Para finalizar, con el pulgar, presionamos toda la zona exterior del muslo, donde se encuentra el músculo tensor de la fascia lata: un pequeño músculo que se aloja en la zona de la cadera y que cuenta con un gran tendón que discurre por todo el lateral de la pierna hasta llegar a la rodilla. Con ambas manos sobre el muslo, presiona con la mano que se queda al exterior durante 6-8 segundos, y repítelo 7-8 veces. Si te resulta muy doloroso, haz menos repeticiones, pero siempre a lo largo de toda la zona, desde la rodilla hasta el final de la pierna.
¿Nos ponemos a ello? Adquiere este automasaje en tu rutina diaria y notarás unas piernas mucho más descansadas. Eso sí, no te olvides de usar también tus productos de compresión de Medilast. ¡Es todo lo que necesitas!