El sedentarismo es, se mire como se mire, un riesgo para la salud. Y si a una persona sedentaria le añadimos 8 horas de trabajo sentada en una silla, la combinación se convierte en un problema que puede afectar a diversas áreas de la salud, entre otras, a la circulación sanguínea y a la retención de líquidos.
Los síntomas de la mala circulación sanguínea se pueden manifestar con varices, hormigueo, hinchazón, frío en las extremidades, piernas cansadas, arañas vasculares… Y tener cualquiera de ellos es motivo suficiente para prestarles atención y decidirse a tomar medidas.
La forma de combatir esa falta de actividad física es ir adoptando pequeñas rutinas saludables que incluyan un incremento del ejercicio físico fuera y dentro del horario laboral. Te dejamos algunas ideas para llevar a cabo sin salir del trabajo.
1 Descansa diez minutos cada hora. Aprovecha esos descansos necesarios para ir al baño, beber agua o hacer llamadas telefónicas (puedes utilizar la alarma del móvil o alguna aplicación para recordarte que has de parar y ponerte en pie). Es imprescindible cambiar de postura regularmente para que la circulación sanguínea no se resienta. Si te es posible, caminar de puntillas durante ese descanso tendrá un efecto doblemente beneficioso.
2 Mueve el cuello. No solo las piernas se resienten por la inactividad: también el cuello, los hombros y la espalda sufren las consecuencias. Siéntate con la espalda recta y mueve lentamente el cuello de derecha a izquierda (como si dijeses que no) y luego de arriba abajo (como si dijeras que sí). También puedes hacer rotaciones circulares.
3 Ejercita los pies. Apoya bien los pies en el suelo y levanta los talones durante unos segundos como si te pusieras de puntillas. Deja los pies reposando sobre el suelo y vuelve a intentarlo, esta vez, apoyándote sobre los talones.
4 Levanta las piernas. Eleva una pierna en el aire y mantenla ahí durante unos segundos. Luego bájala y haz lo mismo con la otra. No olvides asegurarte de que la espalda, los hombros y el cuello permanecen rectos. También puedes hacer círculos en el aire alternativamente con cada pierna e igualmente dar patadas al aire con fuerza y cruzar las piernas en el aire.
5 Hidrátate bien. La circulación sanguínea también se favorece con una buena hidratación. Toma infusiones, agua o alimentos diuréticos como la piña cuando tengas que recurrir a tentempiés en mitad de la jornada.
6 Utiliza medias o calcetines de compresión durante tu jornada de trabajo. Si se aconsejan en los viajes largos, imágina lo bien que te irán durante las 40 horas semanales que puedes pasar en una silla. Con su uso habitual, estarás contribuyendo a que tu circulación de retorno funcione mejor, a que tus piernas se sientan menos cansadas y a prevenir la aparición de varices. ¡No tardes!