Con el comienzo del verano, y todos – hombres y mujeres – empezamos a adolecernos de nuestros pies. ¿Verdad? Esto se debe al uso de un calzado inapropiado. Nos referimos, sobre todo, a las chanclas, ya que no tienen sujeción y obligan a nuestro pie a actuar como garra; pero también a las sandalias de suela fina, que es prácticamente como andar descalzo, sin plataforma donde amortiguar la planta del pie. Y entonces, aparece la fascitis plantar.
¿Qué es exactamente este malestar?
Se trata de la inflamación del tejido grueso de la planta del pie (fascia plantar), que conecta el hueso del talón con los dedos, creando el arco del pie. Normalmente, este dolor punzante se manifiesta en el talón cuando la fascia se estira o sobrecarga, sobre todo debido al uso de calzado suelto y ligero. De hecho, según un estudio, se estima que 1 de cada diez personas sufrirán fascitis plantar a lo largo de su vida. Aunque no parece un porcentaje excesivamente elevado, si no ponemos remedio y lo detectamos a tiempo, puede ir a más.
¿Por qué?
Porque muchas veces no prestamos atención y pensamos que puede estar relacionado con el tiempo que pasamos en verano fuera de casa, o incluso con alguna dolencia después de actividad física (correr). Pero no. Aunque estos agentes afectan a este “dolor de píes”, hay otros factores que pueden aumentar el riesgo de desarrollar esta dolencia: desde la edad y el peso, hasta la profesión (si se pasan muchas horas de pies) o la mecánica de tu pie (pies planos, arco plantar alto o tendón de Aquiles tenso).
Síntomas
Como acabamos de comentar, el principal síntoma de la fascitis plantar es el dolor bajo el calcáneo – la molestia de la fascia -, y que se pronuncia en el talón. Pero también es frecuente que se extienda hacia delante. Esto complica incluso caminar, ya que nuestro pie tiende irremediablemente a la flexión. Cualquier movimiento, pues, aumenta las molestias en la palpación del pie. El dolor suele aparecer de manera progresiva y aumentar al iniciar la actividad tras un periodo de reposo prolongado. Pero, asociarlo directamente a un movimiento o actividad, por cansancio o agotamiento, es erróneo, ya que en realidad ahí está el problema. Nos duele por el acortamiento de la fascia durante la inactividad, no por la actividad propiamente dicha.
¿Cómo se manifiesta entonces?
Pues como decíamos, principalmente, con molestias en la zona central del talón; y también con hipersensibilidad e hinchazón. Pero, para descartar que se debe a una lesión por actividad física, habría que prestar atención a los casos menos frecuentes, que también evidencian la fascitis plantar: el enrojecimiento y calor, que no dejan de estar relacionados con la propia inflamación del tejido; edemas, producidos por los micro-traumatismos en la fascia, causando quemazón; y tensión en la planta del pie, así como rigidez. Los síntomas de la fascitis plantar pueden aparecer poco a poco o repentinamente.
En Medilast contamos con el producto que necesitas para aliviar este dolor y contrarrestar el uso de chanclas y sandalias, y de la propia actividad física y el movimiento al andar. Se trata de los calcetines (largos y cortos) para la fascitis plantar; una prenda desarrollada y testada a partir de casos reales de fascitis -y talalgias -. Por tanto, este diseño incluye refuerzos en las zonas más delicadas de nuestros pies. Por ejemplo, su puntera elástica que permite una movilidad total de todos los dedos de los pies, o su tejido bielástico. El uso del calcetín para la fascitis plantar de Medilast todos los días tiene un efecto reparador para tus pies y tus piernas. Su diseño único está planteado para ser una prenda muy cómoda en tu vida diaria: desde el trabajo hasta tu tiempo de ocio. ¡Haz que tú y tus pies podáis disfrutar del mejor verano!
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